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Aquellos seminaristas que hayan completado su curso inicial satisfactoriamente y hayan demostrado su vocación de fe y servicio al prójimo a través de misiones y proyectos evangelísticos y sean encontrados en la práctica de la buena fe y la perseverancia al servicio del Sacerdocio de Oración, serán candidatos a ser ordenados como Hermanos Misioneros Ordenados, según las responsabilidades y honores del cargo, a través de una solicitud formal dirigida al  Obispo de Misiones Ultramarinas, quién llevará a cabo un ciclo de entrevistas y un proceso de discernimiento de la vocación sacerdotal del candidato, que culminará con una recomendación al Sínodo del Sacerdocio de Oración, que finalmente es la entidad que acepta o rechaza la solicitud del solicitante.

Aquellas personas que practiquen la fe cristiana, puedan demostrar su buen testimonio y deseen iniciarse en el Ministerio Sacerdotal de la Oración, pueden solicitar su ingreso al Seminario Ministerial del Sacerdocio de Oración a través de una solicitud formal dirigida al Obispo Rector  del Colegio Ministerial del Sacerdocio de Oración, quién llevará a cabo un ciclo de entrevistas y un proceso de discernimiento de la vocación sacerdotal del candidato, que culminará con una recomendación al Sínodo del Sacerdocio de Oración, que finalmente es la entidad que acepta o rechaza la solicitud del solicitante.